La letra sin sosiego
En el resonar de los pentagramas ladeados y servidos por la letra, el troquel de la mancha vocal sobre el vacío de las líneas mordidas y moduladas, en las implicancias estomacales de la sílaba y de la letra, hacia una grafía de entrañas sonoras y espaciales, se cifra en estas imágenes el ritmo de una fonémica íntima, sostenida, tensada y trenzada en la página.
En el resonar de los pentagramas ladeados y servidos por la letra, el troquel de la mancha vocal sobre el vacío de las líneas mordidas y moduladas, en las implicancias estomacales de la sílaba y de la letra, hacia una grafía de entrañas sonoras y espaciales, se cifra en estas imágenes el ritmo de una fonémica íntima, sostenida, tensada y trenzada en la página.
Un canto agazapado en el vidrio, y que sin embargo presenta en su huella ese sospechar el sonido en el instante recompuesto de voces onomatopéyicas, brechas disonantes, prolongaciones reiterativas, tartajeos, susurros, reverberancias, estiramientos gramáticos emplazados en la dimensión corporal de una letra sin sosiego, calada, esgrimida, gruñida, indagada, viajada, guarecida y proyectada de nuevo.
La letra aquí es un instrumento donde viaja la lengua y desde donde el canto se reinventa y desintegra.
Valparaíso , 5 de Julio 2008,Ceruti.